jueves, 24 de abril de 2014

la primer mirada (microrrelato)



Estaba aburrido mirando el horizonte cuando de pronto vi, o entreví, que me miraba. Su atención se dirigió hacia mí, de a poco pero curiosa, insistente. Primero fue unos segundos, luego pasó a minutos y ayer la sentí (porque las miradas se presienten y sienten) como una hora más o menos. 
Yo me dije, le hablo, casi no me conoce, soy alguien nuevo o nueva para él. Me sorprendió su voz, que había escuchado innumerables veces hablar, reír, llorar. Debo dejar que insista, guardé silencio varios días y finalmente cansada de su insistencia, le respondí. Grande fue su sorpresa, la de aquel hombre cuando me escuchó, cuando escuchó por primera vez mi voz, la voz de su conciencia. No es para menos, hay mucha gente que nunca supo que la tuvo y se extingue como el fuego, sin leña, crepitando recuerdos inconscientes.

Carlos Ariel Genco,  25/4/2014

miércoles, 2 de abril de 2014

Entre lobos

 Entre lobos





No sé si pensarlo ahora. recojo mis cosas y me muevo por la calle vacía, la noche come hombres y mujeres por diversión, seres como lobos andan rondando de vereda en vereda. Camino y sus ojos se clavan en mí y en otros caminantes como si miraran corderos, o quisieran descubrirlos. Sus ojos preguntan, ¿sos cordero? ¿si te muerdo gritarás y pensarás en huir o devolverás el golpe, la dentellada, dolor por dolor? No hago muecas, sos tengo las miradas para no mostrar miedo, las luces de la calle son como antorchas, los lobos temen al fuego, debería llevar una.
Llamo a la puerta, espero, alguien se acerca, mueve la llave y abre, me mira curioso y pregunta ¿nos conocemos?, le respondo deberíamos, usted intenta comprender el fuego, yo soy el rey del fuego. Abro la mano y una llama brota sólida, limpia y se mantiene encendida en mi palma. Pase, dijo. Mis pies dejaron de derretir la nieve.